jueves, 15 de octubre de 2009

Erich Wolfgang Korngold, salvado por la música

A Korngold componer música para el cine no le hacía mucha gracia, prefería dedicarse a sus piezas orquestales y a sus óperas, y por eso, cuando en 1938 la Warner le ofreció volver a Hollywood, dejando atrás su trabajo como director de una ópera en Austria, no se sintió demasiado tentado por la oferta.


Pero los directivos de la Warner, que ya habían trabajado con él, tenían muy claro que para su nueva supreproducción, «Las aventuras de Robin Hood», querían al mejor, y que ese era él, con lo que acabaron por hacerle una oferta astronómica para la época que él acabó por aceptar.

Ya estaba en el barco cuando el ejército nazi entró en Austria, ocupando el país y deteniendo a numerosos judíos —él lo era y, encima, estaba en el país con pasaporte extranjero, pues era checo— que acabaron en campos de concentración. Korngold siempre consideró que aquella película de aventuras, aparte de hacerle ganar un Oscar, le había salvado la vida.

Pese a su poco entusiasmo por el cine, su contribución al lenguaje musical de éste fue formidable. Para él la música no sólo debía acompañar la imagen, sino que debía ser un elemento narrativo más. Debía aportar el estado anímico de los personajes, matizar la acción y comentarla, reforzándola o marcando contrastes. Un simple plano de unos niños corriendo, así, gracias a la música, se convertirá en una escena alegre y llena de inocencia o en una escena de suspense y cargada de peligro. Una fanfarria grandiosa puede acompañar a una simple carreta, avisándonos de que ahí hay algo más de lo que vemos, o una gran escena épica puede ir acompañada de una música lírica e íntima, trasmitiendo los sentimientos de los que conforman esa acción. Además usó leitmotifs asociados a personajes o hechos para tener elementos semánticos con los que jugar: si la melodía que presenta y acompaña a la chica suena, de repente, sobre el rostro de un chico… sabremos en quien está pensando. Todos estos códigos y recursos están ya tan integrados y han sido tan asumidos por la música de cine que os suenan naturales, pero fue Korngold uno de los principales artífices de su creación.

En vida gozó de una gran fama y éxito. Los estudios se peleaban por sus servicios y logró contratos que ya quisieran para sí los mejores músicos de cine contemporáneos. No sólo podía elegir libremente sus proyectos y cobraba un pastón, sino que tenía derecho sobre la versión final de la música. Ni el director ni los productores podían tocar sus partituras. Una de sus composiciones, la de «King’s Row», tuvo tal popularidad que la Warner recibió miles de cartas pidiendo su edición fonográfica, convirtiéndose en la primera banda sonora editada en disco.

Sin embargo, con el paso del tiempo y tras su muerte, su fama se fue olvidando y los críticos, entusiasmados con la música más experimental, lo comenzaron a desechar como un músico acartonado y demasiado clasicista.

A principios de los 70 un nuevo grupo de músicos y críticos comenzaron a interesarse de nuevo por Korngold y su obra, especialmente sus conciertos, su música de cámara y sus óperas. Uno de ellos era, además, amigo del hijo de Korngold, productor musical de aquellas.  Ese músico, que ya había tenido algún éxito componiendo para el cine, acababa de recibir el encargo de la banda sonora de una película de aventuras en el espacio y el director le pedía que aquello sonase como los «clásicos» de aventuras. Ese músico admiraba la obra para el cine de Korngold y le pidió a su hijo permiso para inspirarse y hacer una relectura de la partitura de «King´s Row», algo que también podría servir para revalorizar la obra para el cine de su padre.

Aquel músico era John Williams y la película «Star Wars». Hoy Williams es el músico de cine más popular del mundo y Korngold vuelve a gozar de una alta consideración crítica y sus obras se graban e interpretan por todo el mundo.  Y así, si la música de una película había salvado su vida, la de otra salvó su memoria.


Aquí os dejo la obertura de «King’s Row» (toda ella es una obra maestra que merece la pena escuchar íntegra), en la que podréis notar claramente que es la fuente de inspiración de Star Wars.



4 comentarios:

Anónimo dijo...

¿ Cómo no hay ningun comentario a este artículo tan interesante?
Me ha encantado leerlo

Elperejil dijo...

Bueno, ahora ya hay dos.
;)

Muchas gracias por tu opinión, Anónimo.

Anónimo dijo...

hey muchas gracias, me encuentro realizando un trabajo de grado y esto me parece genial, citaré tu blog

Elperejil dijo...

Mchas gracias, y me alegro que te haya resultado de ayuda. Si miras entradas más actuales verás que hay bastante más de Korngold y de la música de cine en general.

Suerte con ese trabajo ;)