miércoles, 7 de octubre de 2009

NO al recorte de presupuesto en I+D


Hago una breve interrupción en la línea que iba siguiendo para sumarme a la inciativa nacida en la aldea irreductible y protestar contra el proyectado recorte de presupuestos a la investigación científica.

Pensé qué poner y sobre qué hablar, pero al ser éste un blog dedicado en buena parte el cine (aunque también a la ciencia) creo que lo más apropiado será ceder la voz a una película, en concreto a Spencer Tracy en su interpretación del abogado Henry Drummond en «Heredaras el viento». En concreto la cita que me interesa comienza a partir de 0:55 y va hasta 1:30, y dice:

In a child's power to master the multiplication table, there is more sanctity than in all your shouted "amens" and "holy holies" and "hosannas." An idea is a greater monument than a cathedral. And the advance of man's knowledge is a greater miracle than all the sticks turned to snakes or the parting of the waters.

Que vendría a ser algo así como:

«En el poder de un niño para dominar la table de multiplicar hay más santidad que en todos vuestros "amen", "santo, santo" y "hosannas". Una idea es un monumento mayor que una catedral. Y el avance del conocimiento humano es un milagro más grande que convertir un cayado en serpiente o separar las aguas»



2 comentarios:

Uralito dijo...

Vaya, tenía esta peli pendiente de ver desde hace unos meses, y aprovechando tu comentario me decidí a verla ayer noche.
Para mi sorpresa la copia estaba doblada a ese mexicano de los dibujos animados de la infancia, pero la peli es realmente interesante y tiene algunas interpretaciones soberbias: a mí me lo pareció sobre todo la de Fredic March, un actor que siempre me ha encantado.

Pero el caso es que, como decía, tenía pendiente echarle un ojo, porque aparecía mencionada en un libro sobre el tratamiento de la ciencia y los científicos en el cine.

Y el caso es que, aun cuando a primera vista, la peli parece apostar claramente por la ciencia, el hecho es que, al final, en la última secuencia, Spencer Tracy se queda sólo en el juzgado, coge el libro de Darwin, pero lo piensa un poco, y coge también la Biblia, y así sale del escenario, con los dos libros apoyados sobre su pecho... ¿?

Elperejil dijo...

En la peli todos están soberbios y recuerdo lo mucho que me había sorprendido, muy favorablemente, la comedida y aguda interpretación que hizo Gene Kelly del personaje sosias de H.L. Mencken (en la peli se cambian todos los nombres de los verdaderos implicados en el juicio Scopes).

Ese final también me sorprendió, habida cuenta del carácter agnóstico (casi ateo) del verdadero Clarence Darrow (el personaje que representa Spencer Tracy), peor supongo que los autores quisieron hacer un guiño al espectador (Estados Unidos es muy religiosa, y más en la época de esa peli) y decir, de esa manera, que ciencia y religión son compatibles y pueden coexistir.

Por casa tengo un artículo (en uno de sus libros) de Jay Gould en el que habla extensamente de ese juicio y lo compara con la película, señalando las diferencias entre el caso real y su representación. Muy interesante... quizá te apetezca echarle un ojo.